En tiempos de crisis y de recesión económica, muchas personas y familias
se ven obligadas a cambiar sus hábitos y formas de consumo. Es un mal
colectivo: solamente en los malos vientos se reflexiona sobre aquello que
debería ser hecho de otra manera desde siempre. Lo grave de esa historia es
que a veces el agua ya se metió tanto en el barco que es casi imposible salvarse.
La prevención siempre ha sido y siempre será el mejor remedio. A continuación,
encontrarás datos útiles para evitar el desperdicio de recursos.
- Energía
− La energía es el motor del mundo. Saber cómo utilizarla de manera
económica te permitirá ahorrar mucho dinero.
− Evita durar mucho tiempo bañándote. Aparte del uso innecesario del
agua, la ducha eléctrica es uno de los ítems que más consumen
electricidad
− A menos que sea muy importante para ti, no compres un carro de alta
potencia. Grandes motores consumen mucho combustible. Además, el
mantenimiento y los impuestos te harán despilfarrar una plata
considerable
− Al salir, asesórate que no quedaron bombillos encendidos
− Dale prioridad a electrónicos de clase A
− Configura los dispositivos para que no mantengan encendidas los leds
stand-by. - Comida
Lo más básico es medir las cantidades. Haz un promedio de cuantas
porciones son necesarias para cada desayuno, almuerzo y cena. Evita también
ir al supermercado con hambre y si posible tampoco lleve los niños contigo. Dale
prioridad a la cocina casera, porque pedir domicilios a menudo te hará gastar
mucho más. - Asignatura de servicios
¿De veras haces uso de todo lo que contratas? Servicios de streaming,
juegos, periódicos, revistas, tarjetas de crédito y paquetes de los más diversos.
Todo eso debe ser revisado constantemente, pues puede estar consumiendo
dinero de forma innecesaria. ¿Tienes tempo de disfrutarlo todo? - Medios de transporte
Aparte de carro de alta cilindrada, has pensado que ¿puedes ahorrar en
viajes compartidos? Sobre todo, en rutas recurrentes, como los trayectos al
trabajo y a la universidad, existen apps y empresas que te ayudan a moverte de
manera más barata. Básicamente compartirás el costo con otras personas que
también suelen ir al mismo lugar. - Emociones
No compres por impulso o por emoción. Por lo general, eso pasa cuando
miramos vitrinas, estamos tristes, aburridos o queremos imitar a alguien. Las
empresas de mercadeo saben muy bien como piensas y como actúas, por eso es
que a veces encuentras productos que se encuadran tan bien en tu situación.
Cuando percibas que eso está sucediendo, busca algo diferente que hacer, como
practicar un deporte o leer un libro. ¡Cabeza libre, oficina del…publicista! - Promociones y lotes
Busca comprar en promociones. Es muy fácil encontrar avisos en las
tiendas. Las empresas se empeñan mucho en dejártelo saber. Si posible, intentar
comprar los ítems en lotes cerrados, porque el costo unitario será menor. - Comparación social
Quizás la búsqueda por aceptación social sea el elemento más devastador
de este listado. Querer parecerse a alguien, seguir las tendencias de modas, los
influencers, los famosos, en fin, todo aquello que va más allá de nuestra esencia,
seguramente te hará perder dinero. Como es tendencia, hay un costo incluido
en el precio final. ¡Tenlo por seguro! ¿Será que de veras es tan importante tener
el ultimo celular? -
Este delirio por acompañar la ola del furor del momento es una carnada
traicionera en la vida del consumidor. Más allá de lo barato, un abismo le espera
a quien hace locuras por verse bien y de acuerdo a su tribu. Me refiero a los
préstamos bancarios o mal manejo de las tarjetas de crédito. ¿Cuántas veces no
has visto aquella persona llegar con el coche del año, importado, o comprando
un lujoso apartamento en la playa, o quizás aquellas fotos en las redes sociales
en una playa paradisiaca?
Muy bien, hay gente que se compromete a pagar altos intereses, por
muchos años, los precios de estos lujos triviales. ¡No seas esa persona! Es mejor
ser rico que querer apenas parecerlo ser. Por eso, evita desperdiciar tu dinero,
planea tu vida financiera y utiliza todo lo que aquí está propuesto.
¡Sin lugar a dudas, más vale invertirlo y gastarlo con sabiduría