¡Toma nota!

Hoy en día el costo de vida al que nos vemos enfrentados está bastante elevado,
frente a las crisis económicas por las que pasa cada país, sumándole a esto las
crisis ocasionadas por el paso del Covid-19. Así, ¿Quién se permite pensar en un
ahorro?

Parece algo imposible, pero con determinación y un buen plan de organización
financiera, esto puede ser posible, basta conseguir distintas recomendaciones
que harán con que este proceso sea viable y fructífero.

No hay una fórmula mágica que haga con que al final del mes, después de pagar
todas tus deudas y luego de hacer tus pagos fijos, logres tener un sobrante, pero
si hay un método infalible que hará con que siempre cuentes con un dinero extra
para ahorrarlo, invertirlo o utilizarlo en eso que hoy no puedes adquirir. Estoy
hablando del famoso << Primero Págate a ti>>.

Puede sonar algo increíble, pero de que sirve trabajar y esforzarte por tener una
vida estable si tu esfuerzo no está siendo remunerado de manera que te sientas
cómodo/a y que no pienses en que trabajas solo para sobrevivir y pasar los días.
No sirve de mucho, o al menos, no como esperas.
Así siendo, esta técnica de pagarte a ti primero se vuelve fundamental si lo que
quieres es ahorrar un porcentaje de tus ingresos. Para esto, lo que necesitas es
hacer lo siguiente:

✓ Toma nota de los gastos que tienes:

Ser organizado es primordial para saber en que estas gastando tu dinero, por lo
que deberás escribir lo que gastas al mes (gastos fijos y variables). Así, podrás
conocer el real estado de tus finanzas personales y familiares.

✓ Analiza lo que puedes gastar y lo que puedes cortar de tus gastos:

Al tener claro tus gastos tanto variables como fijos, analiza los que son
importantes y los que puedes eliminar de cada mes, dejando únicamente los
necesarios.

✓ Establece metas a corto y largo plazo:

Aquí entra en función la organización de nuevo, determina lo que quieres
obtener a corto y largo plazo y de igual manera pauta la forma como lo vas a
conseguir. Hacer un buen plan desde el punto de partida determinará la llegada
hacia tus objetivos.

Si, después de realizar ese filtro de organización financiera, te das cuenta de que
no te está sobrando dinero suficiente a mes, llegamos al paso inicial, el de
pagarte primero a ti.

Ahora que ya sabes lo que gastas y lo que no, puedes empezar a organizar el
dinero que te ingresa cada mes, pero la idea de este paso es el de destinar el
10% de tu salario para págate a ti.

Como ahorrar una parte de tus ingresos cada mes.
Fonte: Pexels

Para muchas personas parece absurdo, pero ponte a pensar, eres tú quien
trabaja, quien dedica tiempo para proveer al hogar y por ende eres quien
merece recibir un porcentaje de ese dinero para ti mismo/a.

Aplícalo infaltablemente cada mes haciendo de cuenta que es otro servicio que
tienes que pagar si o si, no te menosprecies, tú lo vales. Eso no quiere decir que
deberás dejar de pagar tus cosas principales por pagarte, porque no es así, por
lo contrario, deberás continuar con tus gastos fijos mensuales, pero si puedes
recortar alguno que pueden no ser necesarios, hazlo.

Aunque si por lo contrario andas al ras de las cuentas, busca otra fuente de
ingreso, ya que cuando empieces a tomar este hábito de pagarte a ti mismo
primero, entenderás que es igual e incluso más importante que las demás
facturas mensuales.

Solo ten en cuenta que no debe ser un mes sí y otro no, ni destinar un dinero
para cosas pequeñas, debe ser una costumbre que te permita salir de apuros en
un futuro o lograr algo que anhelas desde hace mucho tiempo.
Siempre es importante trazar metas y pensar en el tiempo que dedicamos para
vivir bien y de cuál manera podemos intervenir para que esta sea cada vez
mejor.

La clave está en la organización y salud financiera, y después en destinar ese
importante 10% de tus ingresos para quien es capaz de conseguirlo mes a mes,
es decir tú mismo/a. De esta manera, podrás ahorrar a cada treinta días y
utilizarlo de la manera que consideres correcta, por lo que es recomendable
invertirlo. Así, el dinero que inviertas en algo que te genere rentabilidad hará
también con que tu dinero termine trabajando para ti y no tu para él.

¿Genial no? Anímate a hacerlo

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